martes, 25 de septiembre de 2012

Por no perder dos minutos o contratar a un profesional

Hoy, he propuesto a mis compañeras de trabajo ir a cenar a un restaurante y, como era mi propuesta, han decidido que podríamos ir a un restaurante español. Así que me he metido en la web de uno que una compañera ha recomendado para echar un vistazo al menú y a la web y me he topado con una web que, aunque aparentemente tiene muy buena pinta, está llena de errores textuales.
Lo malo es que no es la primera vez que veo un menú de un restaurante español fuera de España con errores o lo que es peor: hasta en España, me he encontrado con menús que dan penita verlos. Se supone que una web, un menú o cualquier panfleto de un restaurante o de cualquier empresa es un método publicitario, pero ¿qué publicidad se puede hacer si está lleno de errores que se podrían evitar si en vez de hacerlo uno mismo se contratara a alguien que supiera hacerlo bien? En el caso del restaurante español en otro país, la sensación que te llevas es que lo que vas a comer no va a ser lo que esperas, ya que, si ni siquiera se han molestado en que el menú fuera escrito por alguien nativo, a saber en qué se molestarán respecto a la comida. Por supuesto, puede que la comida sea excelente, pero la primera mala impresión ya se la han llevado.

En mi opinión, convendría gastarse cuatro duros en una buena traducción o redacción que te dé una buena publicidad que quitarte clientes por tener la mala pata de cometer una falta de ortografía. Igual, en España, la falta de ortografía se puede tomar a guasa y no adquirir importancia alguna, pero en el caso de fuera de España, la falta se relaciona con "no ser nativo", algo que para un restaurante especializado en la comida de un determinado país es tan solo mala publicidad. Ni que decir tiene que algo bien escrito da la impresión de orden y detallismo, algo que en un restaurante resulta muy apreciado.

Aquí tenéis algunos ejemplos que me he encontrado hoy:


¿No quedaría mucho mejor "crema de aguacate"? (Sé que sale en la RAE, pero en España se usa aguacate).

Como se puede ver, hay una mezcla de mayúsculas y minúsculas a modo de calco del alemán, pero lo peor es que no se usa un criterio homogéneo.

En dos líneas, dos fallos, que, sin duda, han ocurrido por escribir rápido.

La tilde de "Menú", igual por desconocimiento o por escribir con prisas.

Estos son solo ejemplos. Sé que hay muchos casos peores, pero que en dos páginas se vean estos pequeños errores, ya es todo un indicativo de falta de profesionalidad. El problema no está en la intención (que seguro que es buena), está en que por ahorrarse un dinero en contratar a un traductor o a un corrector o por no perder dos minutos en repasarse el texto, la impresión que causa es justo la contraria a la planeada y, al final, puede conllevar la pérdida de clientes y, por tanto, de dinero.

En conclusión, si haces las cosas, mejor las haces bien :)

jueves, 6 de septiembre de 2012

Fiestas de Aranda

Como buena arandina, me voy a las fiestas y os recomiendo a todos que hagáis lo mismo :)

¡Hasta la vuelta!


martes, 4 de septiembre de 2012

De costumbres y convenciones

Hoy quería hablar de algo que oí el otro día y que me lleva molestando un tiempo, pero quiero dejar claro que solo es una opinión personal.
El otro día me senté a hablar con el productor de uno de los juegos de la empresa para la que yo trabajo. La idea era convencerlo de que si quieren un producto bien localizado, necesitamos libertad para hacerlo (en los juegos online hay limitaciones debido a los mapas globales donde juegan jugadores de todos los rincones del mundo). El caso es que lo que queríamos era que los traductores pudieran traducir todo y que no estuvieran obligados a dejar los nombres propios en el idioma original, ya que, a veces, esos nombres propios hacían referencia a personajes históricos cuyo nombre suele tener una traducción ya aceptada y aunque estaba de acuerdo con nosotros, soltó un comentario haciendo referencia a unas traducciones en un idioma que no voy a mencionar en el que básicamente criticaba las decisiones que habían tomado los traductores de escribir todo en su idioma y evitar interferencias del inglés en medio de su traducción. Él decía que cualquiera que juegue a videojuegos sabe que XP es experiencia y no hay que traducir esa abreviatura a ningún otro idioma (esto es solo un ejemplo). Lo que quería decir es que en los videojuegos hay ciertas palabras que se usan en inglés o ciertas traducciones que ya están generalizadas para determinadas cosas y que, por tanto, hay que dejar de esa forma.

Yo, en mi modesta opinión, no estoy de acuerdo al 100% con este comentario. Aunque sí que hay que adaptarse al género, a la plataforma y adecuar tu lenguaje a lo que el usuario espera o quiere, creo que porque algo se lleve haciendo mucho tiempo de la misma forma, no hay razón para asumir que sea la decisión más correcta.
Un ejemplo: cuando yo llegué a mi empresa, en uno de nuestros juegos que era sobre piratas, la taberna se llamaba en español "Pub" y me decían que no lo podía cambiar porque los jugadores ya estaban acostumbrados. Al final, conseguí cambiarlo porque básicamente no estoy de acuerdo con el hecho de que si algo es incorrecto haya que dejarlo así por costumbre y eso se aplica a cualquier convención que haya en el mundo de los videojuegos o casi casi en cualquier ámbito. Claro que hay que respetar las traducciones de los primeros traductores, pero si no son correctas, considero que hay que corregirlas e igual crear una nueva convención. Asimismo creo que hay muchas cosas que se dejan en inglés porque al principio se tomó esa decisión, pero no veo el motivo por el que haya que seguir usando el inglés ahora que jugar a videojuegos es una actividad muy habitual y menos en un país como el nuestro donde tendemos a escribir casi todo en nuestro idioma por nuestra gran riqueza de vocabulario. De hecho, creo que los juegos se sentirían más nuestros si no aparecieran palabras en inglés o calcos solo por el mero hecho de que siempre ha sido así.

Y de momento, esto es todo, amigos :)