domingo, 26 de octubre de 2014

De bodas internacionales (parte II)

Hace unas cuantas semanas os empecé a hablar de mis experiencias en bodas en otros países o con un factor internacional (novia o novio de otro país) y hoy quería retomar este tema para hablaros de otras dos bodas.

Boda en Turquía (novia turca y novio holandés)

Hace unos años tuve la suerte de poder asistir a una boda entre un chico holandés y una chica turca en Izmir, Turquía, y la verdad es que esta boda fue muy diferente a todas las demás bodas a las que he ido. No hubo ceremonia como tal, tan solo unas palabras entre los novios y el beso, ya que ya se habían casado por lo civil, así que la boda comenzó con el banquete.

La comida era turca, por su puesto, así que estaba muy buena y muy especiada y la acompañamos con cerveza, eso sí, sin alcohol, ya que en las ceremonias turcas no se sirve alcohol y, sin embargo, no nos dimos cuenta hasta tomadas un par de cervezas (con lo que se nota que la San Miguel sin alcohol no tiene alcohol). Eso sí, no vayáis a pensar que se trata de un típico gran banquete como solemos hacer en España en el que nos sentamos y hasta que no nos hemos puesto hasta las trancas no nos levantamos para ir al baile. Durante todos los platos, hay música y no para escuchar, sino para bailar. Es decir, entre cuchara y cuchara, los invitados te sacan a bailar bailes tradicionales (normalmente en corro), así que los invitados interactúan durante toda la boda.

Como el baile se fue desarrollando durante la comida, cuando acabamos de cenar tan solo hubo un par de canciones más y la fiesta acabó. Mi consejo: llévate zapatos cómodos porque no vas a parar quieto en toda la boda.



En los bailes, los gestos típicos del novio son los siguientes: brazos extendidos mientras se chasquean los dedos y los pies siguen el ritmo de la música. La mujer, por su parte, mantiene los brazos cerrados y va haciendo movimientos circulares como invitando a que el novio se acerque a ella.

También se baila en corros (uno en la parte de fuera y otro en la de dentro) que se van cerrando y abriendo, y moviéndose en una dirección o en la otra. El que dirige los movimientos lleva un pañuelo.

Algo muy típico mientras bailan los novios es lanzarles monedas para desearles fortuna en su matrimonio.

Como esta boda tenía un novio holandés, los holandeses aportaron su granito de arena a los bailes tradicionales cantando una canción popular holandesa al novio.

Boda en Holanda (entre holandeses)

En junio de este año, fui a mi primera boda en Holanda, aunque si os digo la verdad al principio cuando me enteré del programa de la boda, me sentí un poco indignada, ya que vi que la boda tenía varias partes y no estábamos invitados a todas. Una vez que estuve en la boda, ya hablé con invitados y es que resulta que así suelen ser las bodas en Holanda, así que no hay motivo de indignación alguna porque se trata de un tema cultural.

La boda comenzaba con una ceremonia civil a la que podían asistir todos los invitados. Tras la boda civil había un cóctel, al que estaban invitados los familiares y algunos amigos. Tras el cóctel, había el banquete, al que estaban invitados los familiares y los amigos más cercanos y, para rematar, tras el banquete había un baile, al que tanto familiares, amigos más cercanos como el resto de invitados debían asistir. Es decir, el banquete es solo para los más cercanos y la fiesta es para todos.

La fiesta se hizo en un edificio muy bonito y contrataron a un grupo de música. Los novios daban la bienvenida a los invitados en la recepción del sitio y allí los invitados iban pasando a saludarles y les iban dando los regalos. Cuando acabaron, primero tomamos algo en un jardín y después subimos a ver al grupo y al baile. Durante el baile dieron pequeños aperitivos e hicimos el típico Photocall para que los novios tuvieran un recuerdo de la noche.



Me llamó mucho la atención que en un mismo día tengas tantas partes con tanta gente distinta, ya que tiene que ser bastante complicado decidir quién va a cada sitio, pero probablemente resulte mucho más económico. No obstante, cuando vas solo a la fiesta, te da la sensación de estar yendo a una fiesta normal, en la que los protagonistas van vestidos de novios, se pierde un poco la gracia de tener un día de boda. Los regalos son parecidos a Alemania, como la celebración no es tan grande, los regalos son más bien comedidos.

Esto es todo por hoy, amigos, espero que estéis pasando un buen fin de semana.



viernes, 26 de septiembre de 2014

De bodas internacionales (parte I)


El fin de semana pasado estuve en una boda en Italia y tengo que decir que los italianos comen incluso más que los españoles y, viendo la base de la mayoría de dietas que encuentras por Internet, no entiendo como lucen esos cuerpos con tanto hidrato de carbono (es una broma). La verdad es que me lo pasé muy bien y, como no ha sido la única boda “internacional” a la que he ido en los últimos años, me dio por reflexionar sobre las diferencias y las semejanzas entre las bodas españolas y las bodas de otros países. No creáis que esto es “moco de pavo”, ya que cuando vas a un acontecimiento de esta índole a otro país debes estar preparado y hoy en día este tipo de bodas va en aumento, ya que hay  muchos españoles que han emigrado a otros países.

Por supuesto, como hago siempre, voy a hablar de mis experiencias y luego ya, si vosotros habéis vivido situaciones similares, estáis invitados a comentarlas.

En mi caso, he ido a una boda en España entre una chica española y un chico polaco, una boda en Alemania entre alemanes, una boda en Turquía entre un chico holandés y una chica turca, una boda en Holanda entre holandeses y una boda en Italia entre un chico español y una chica italiana.

Todas las bodas se han caracterizado por las ganas de los invitados de pasárselo bien y todas han contado con baile, ya sea con una orquesta o un dj, pero al margen de estos dos aspectos, todas tienen un montón de particularidades que debemos conocer para que no nos pillen por sorpresa. Como tengo muchas cosas que contar, voy a dividir este artículo en tres partes: aquí va la primera.

-         Boda polaca-española:

Polonia es un país muy católico y España, digamos lo que digamos, lo sigue siendo, así que esta boda fue por la iglesia. El cura era polaco, pero hablaba español perfectamente y la ceremonia se realizó en ambos idiomas.

La boda en sí fue muy similar a las españolas, dado el componente español (la novia y que se celebraba en Zaragoza), pero, antes de cada plato, había que beber un chupito de vodka.

El pan, el vino y la sal son muy importantes. El pan representa que el matrimonio nunca estará hambriento y la sal es un recordatorio de que los tiempos pueden ser difíciles, pero ellos deben hacer frente a todo lo que pueda suceder. El vino significa buena salud y buen ánimo.

Normalmente, la tarta en las bodas polacas se corta a las 12 de la noche y, a continuación, comienza el baile que dura hasta el amanecer.

Una tradición muy típica es el oczepiny, que tiene lugar también alrededor de la media noche. La dama de honor retira el velo de la novia y la novia lo lanza como si fuera el ramo de flores. Marca el primer día de la novia como mujer. Asimismo, el novio lanza la corbata o la pajarita entre los hombres y la pareja que haya recogido el velo y la pajarita o corbata tendrán que bailar. No obstante, mi amiga tiró el ramo siguiendo la tradición española.

De cualquier forma, tienes que reservar fuerzas, ya que las bodas polacas suelen durar dos días y al día siguiente se suele hacer una comida o merienda con los invitados.

-        Boda alemana:
Las bodas alemanas, por lo general, no son tan grandes como las bodas españolas. Suelen invitar solo a los familiares y amigos más cercanos y no hay un protocolo claro para la  ropa. En esta boda, había gente que iba vestida de calle (vaqueros y camiseta) y gente que llevaba vestido de cóctel. Esta boda, si no recuerdo mal, fue católica aunque en Alemania hay una mayoría protestante.

La comida en sí fue un buffet sencillo, en el que destacaba el fondue de chocolate, en un beach-club, que son pabellones o recintos a modo de terraza de verano, decorados con arena de playa para parecer que estás de vacaciones.

Lo que más me llamó la atención es que durante toda la boda se hicieron muchos juegos para que los invitados se conocieran e interactuaran. Por ejemplo, cada uno teníamos una tarjeta con un personaje y teníamos que bailar con la pareja de ese personaje (Mickey y Minnie) o los novios debían contestar una serie de preguntas sobre su pareja para ganar un premio…

Como las bodas son sencillas, los regalos de las bodas no tienen nada que ver con los españoles y a los novios se les suele regalar algo o dar dinero, pero, en ningún momento, se plantean pagar la boda con los regalos. Es decir, divide entre tres o incluso cuatro lo que nosotros solemos dar para hacerte una idea.

Lo más característico de las bodas es que unos días antes, por lo general en casa de la novia, se celebra una fiesta llamada Polterabend en la que se rompe vajilla para propiciar buena suerte para la pareja y allí se reúnen familiares y amigos, y a menudo, la fiesta es más grande que la propia boda.




En un par de semanas, continuamos…

martes, 2 de septiembre de 2014

El enrevesado y frustrante mundo de las actualizaciones

Como ya sabéis, TransCreat lleva ya dos meses en marcha y la verdad es que no nos podemos quejar aunque, como ocurre siempre con cualquier proyecto que comienza, ahora metemos horas como locas aunque en agosto también tuvimos tiempo para darnos algún baño que otro en la piscina entre traducciones y revisiones ;)

Durante estos dos meses, una de las tareas más frecuentes que hemos recibido ha sido la traducción de actualizaciones de manuales de instrumental médico, medicamentos, etc. Como son actualizaciones, existen traducciones anteriores del manual que se supone que debes seguir, memorias de traducción y glosarios oficiales de los clientes. En principio, esto suena muy sencillo, ya que si la memoria de traducción está completa y bien revisada, debería ser un trabajo de “coser y cantar”. Sin embargo, la realidad no puede estar más alejada. Normalmente, ha “metido mano” tanta gente que la memoria tiene múltiples versiones para una misma frase y, además, estas versiones no coinciden con el glosario y, en muchos casos, tampoco con tu sentido común. Esto te genera muchas dudas que, a menudo, ni siquiera tu cliente o la agencia para la que trabajes te sabrá responder. ¿Te fijas en la memoria, haces caso al glosario, lo traduces como dicta tu razonamiento?

Por nuestra experiencia de estos dos últimos meses, generalmente, te pedirán que te bases en las traducciones ya existentes y que seas lo más fiel posible a ellas. El problema se plantea cuando ves que esas traducciones están llenas de incoherencias y contienen muchos errores de traducción. ¿Entonces qué puedes hacer? Por desgracia, poco porque por mucho que tú quieras proporcionar una buena traducción y corregir los fallos que encontraste en las versiones anteriores, es probable que nadie quiera asumir los errores que se cometieron en primer lugar (en especial, en el caso de que trabajes con intermediarios) y te pidan que, aunque no te guste, mantengas las traducciones originales y sigas su línea en la actualización.
Hace poco me devolvieron la actualización de un manual en la que me corregían los títulos y me decían que mantuviera los de la primera versión, pero es que el traductor de la primera versión había echado a volar su imaginación y muchos títulos no se correspondían con el original o usaban una terminología distinta a la que se usaba en el apartado que encabezaban. Cualquier justificación fue en vano y al final, como el cliente lo quería así, me tocó mantener los títulos originales “por una cuestión de homogeneidad con el anterior manual”. Entiendo el argumento, pero considero que más vale corregir los errores tarde que nunca. No obstante, es un círculo vicioso en el que nadie quiere asumir la responsabilidad.

No es de extrañar que la gente se queje de las traducciones de los manuales. Lo malo es que esto daña a la figura del traductor, ya que se pone en entredicho su trabajo cuando en realidad puede que simplemente esté siguiendo órdenes como cualquier trabajador.


Con esto, tan solo quiero que adquiramos un poco de conciencia de que, a veces, la calidad de un traductor viene determinada por muchos factores externos ajenos a él. Ahora me diréis que siempre se puede decir que no, pero esa no es siempre la realidad.

lunes, 30 de junio de 2014

Borrador de un nuevo proyecto

;)

Hola a todos:

Esta entrada es para despedirme de mi actual etapa profesional y dar la bienvenida a la nueva etapa a la que daré comienzo mañana mismo: ¡mi vida como autónoma!

Como ya os comenté en la penúltima entrada, he decidido irme de Noraktrad y ponerme a trabajar por mi cuenta y quiero aprovechar esta oportunidad para presentaros mi nuevo proyecto: TransCreat (www.transcreat-solutions.com). Aún tenemos que ultimar un par de detalles de la web: como las fotos y publicar las traducciones, así que esperad una semanita para meteros en ella.

Junto a mis dos compañeras, Clara Lorda y Áurea García, comienzo un nuevo proyecto: a partir de ahora trabajaremos como equipo de traductoras y espero poder cumplir mis sueños junto a ellas. Asimismo, a partir de ahora ambas contribuirán con entradas en el blog, así que espero que esto esté mucho más activo a partir de ahora. Si visitáis la pestaña “Entre bastidores”, podéis leer algo de información sobre mis nuevas socias.


De momento, nada más, tan solo que nos deseéis buena suerte y que nos veamos por los acontecimientos “traductoriles”.

(Dentro de poco, os enseñaremos una foto más profesional, pero de momento, qué mejor que una foto con mis socias en mi querida Aranda)

miércoles, 25 de junio de 2014

Cotejo y sello

Esta vez quería escribir sobre el famoso “cotejo y sello” de las agencias de traducción. Como sabéis, es muy típico que, para ahorrar costes, las traducciones juradas las realicen traductores no jurados y que después las sellen traductores jurados. En principio, la idea no es mala, ya que la traducción, en teoría, pasa por cuatro ojos: un traductor especializado en la materia y un traductor jurado. El problema está en que hay traductores jurados que aceptan “cotejar y sellar” y acaban solo sellando. En este caso, la traducción jurada la hace un traductor que puede saber mucho sobre la materia, pero que no conoce las convenciones que se aplican en traducción jurada, es decir, no sabe que hay que traducir y describir los sellos, que hay que incluir ciertas notas cuando las equivalencias no son exactas y que hay que describir el documento. No obstante, si el procedimiento se realizara bien, esto no debería suponer un problema, ya que luego entraría en juego el traductor jurado que se ha comprometido a cotejar y sellar la traducción. Pero, ¿qué significa esto?

En mi opinión como traductora jurada, aunque “cotejar” signifique únicamente comprobar si la traducción se corresponde con el original, el traductor jurado está asumiendo la responsabilidad de esa traducción al incluir su nombre y su sello, por consiguiente, cualquier queja o problema derivados de la traducción sellada por él van a terminar afectándole a él, aunque sea una agencia la intermediaria. Por tanto, cuando un traductor jurado se compromete a cotejar y sellar, debe ser consciente de que está asumiendo la misma responsabilidad que asumiría si él mismo hubiese hecho esa traducción, ya que el traductor que realizó la traducción permanece invisible, pero es el nombre del jurado el que aparece en el documento.  En definitiva, el traductor jurado al comprometerse a realizar estas acciones se está comprometiendo a mucho más que sellar, se está comprometiendo a convertir una traducción simple en jurada y a responsabilizarse del resultado.

Hay traductores jurados muy responsables, pero también he coincidido con otros cuantos que se limitan a sellar ciegamente cualquier documento que les ponen por delante. Lo que pretendo con esta entrada no es que se deje de llevar a cabo este procedimiento, sino que se haga con conocimiento y consciencia. Dentro de la traducción, creo que el traductor jurado sigue siendo una de las figuras más respetada en cuanto a tarifas, pero dejará de serlo si se regalan los sellos.


lunes, 16 de junio de 2014

Tomando las riendas

Por fin me siento delante del ordenador con un buen rato libre para retomar el blog. Quería aprovechar esta ocasión para hablar de la etapa que estoy dejando atrás y de la nueva que voy a comenzar.

El día 30 de junio es mi último día en Noraktrad. He estado en la agencia durante un año y tres meses y la verdad es que ha sido más que suficiente para darme cuenta de que ya es hora de tomar las riendas de mi carrera y ponerme por mi cuenta. Sin duda, este año he aprendido bastante, aunque me habría gustado no tener que aprender ciertas cosas. Me he dado cuenta de que en España, aún hay una estructura muy piramidal en las empresas, sobre todo aquellas que están dirigidas por esa generación de gente que se hizo adulto en los últimos años del Franquismo o en los primeros años de la Transición, gente que hablaba de libertades, pero se había acostumbrado a ver a sus padres subyugados a una determinada clase dirigente, jóvenes que construían nuevos negocios para convertirse en dueños de sus propios destinos, pero que han acabado por convertirse en una sociedad media que pretende vivir por encima de sus posibilidades y ha decidido aplicar las estructuras sociales que aprendieron de pequeños en la sociedad democrática que en teoría tenemos ahora. Por suerte, o por desgracia, la crisis acabará impulsando a las nuevas generaciones a que luchen contra las desigualdades y algún día la estructura empresarial de España se igualará a la del resto de Europa.



Tras esta pequeña reflexión, quiero tan solo deciros que me he cansado de que el negocio de la traducción lo lleve gente que desconoce el negocio, que no valora a los traductores, los malpaga y encima les hace esperar varios meses para disfrutar del fruto de su trabajo, no quiero que se me vincule con nada por el estilo, ya que yo adoro mi profesión y ante todo soy traductora. En Noraktrad, he conocido a muy buenos profesionales, pero, por desgracia, también he visto lo poco que se valora el trabajo de estos y la facilidad que se tiene para dejar de cooperar y trabajar con gente buena basándose en el desconocimiento. Durante mucho tiempo, en mi blog hablé de nuestra profesión, de las pruebas de traducción, de la idea que tienen muchas  personas de que cualquiera es capaz de traducir, ahora me he dado cuenta también que los gestores de proyecto tienen mucho trabajo y muy pocas posibilidades de hacerlo bien si trabajan para gente que no valora lo que hacen ni a la gente que gestionan. Así que me he propuesto volver a traducir, relacionarme con todos los traductores que pueda, hacer networking e invertir tiempo en tratar bien a los gestores y en tratar bien a los traductores como gestora, me he propuesto volver a disfrutar a partir del 1 de julio de la profesión. ¡Deseadme suerte!




¡Dentro de poco leeréis mi blog desde mi página profesional!

miércoles, 16 de abril de 2014

El cliente: ese extraño amigo

Como ya os he contado en varias ocasiones, mi experiencia profesional ha pasado por dos fases claras y diferenciadas: una como traductora dentro de una empresa de videojuegos y la que estoy viviendo actualmente como directora de operaciones en una agencia de traducción. De forma paralela, nunca he parado de traducir como autónoma para diversos clientes, la mayoría de ellos, clientes directos.

Lo que he observado desde estos tres puntos de vista (traductora interna, traductora externa y agencia de traducción) es que hay formas muy diversas de considerar al cliente.
Cuando trabajaba en Bigpoint, los clientes eran los distintos departamentos de la empresa (cada departamento correspondía a un videojuego) y teníamos a distintos traductores como coordinadores de productos, los cuales se encargaban de reunirse con los departamentos correspondientes y aclarar todas las dudas que surgían a lo largo del proyecto. Los departamentos agradecían el interés y el resultado era que dentro del departamento de Localización tenían a un experto en su juego y, por tanto, a una persona de confianza que les garantizaba una buena calidad en su producto.



En la agencia de traducción, al cliente, sin embargo, se le considera como una especie de ente o dios que está en un planeta inalcanzable y que habla un idioma extraterrestre incomprensible para los oídos humanos y el cual considera al humano, gestor de proyectos o traductor como un ser inferior que tiene prohibido cualquier contacto o interacción con el mismo porque la mera presencia del humano, gestor o traductor le causa un dolor y una molestia insufribles. De tal forma que preguntar es sinónimo de importunar y se puede llegar a sacrificar la calidad del texto por temor a su ira. En definitiva, que se teme perder al cliente si se le molesta demasiado con preguntas, ya que consideran que el cliente pone en manos de la agencia el trabajo con el fin de quitarse la gestión y cualquier engorro o inconveniente.

Es decir, como se puede ver: son dos puntos de vista tremendamente opuestos. Mi opinión y la que aplico como traductora externa es que el cliente no es el dios del Antiguo Testamento temible e implacable, sino una persona como cualquiera de nosotros que quiere que se le dé un servicio adecuado, de calidad y rápido y que, aunque no siempre tenga tiempo para responder a tus dudas, aprecia que muestres preocupación por su producto y por conseguir el resultado que él espera. Esto, por tanto, no se consigue poniendo tierra de por medio sino siendo cordial, haciéndole las preguntas oportunas (tampoco bombardearle a dudas a todas horas) y ganándote su confianza. Si el cliente confía en ti, apreciará tu criterio, te valorará y tendrá más dudas si alguien le plantea cambiar de proveedor. Asimismo, la importancia de los errores que puedas cometer se minimizará porque te verá como un igual o al menos alguien que se ha esforzado por conocer sus gustos o lo que espera obtener y será más sencillo conseguir de él ayuda, referencias e incluso que él mismo te recomiende a otros clientes.



Mi consejo en esta área es que no dudes en dirigirte al cliente antes de comenzar a trabajar en un proyecto para plantearle tus dudas o para pedirle que te ponga en contacto con alguien que pueda resolverlas. Infórmate de si cuenta con glosarios, guías de estilo o documentos de referencia y trabaja con todos los recursos con los que puedas contar desde el principio. Recuerda que el cliente no tiene por qué saber nada de traducción y es probable que sea incapaz de anticipar lo que vas a necesitar para realizar su proyecto. Por ello, hablar con él justo antes de empezar y solicitarle el material necesario puede ser vital para que tu traducción cumpla con sus expectativas. Por supuesto, cuenta con que, a menudo, no van a tener estos materiales preparados y te va a tocar documentarte y resolver muchas de las dudas por tu cuenta, pero, como yo digo siempre, preguntar es gratis y el no ya lo tienes.

lunes, 17 de marzo de 2014

FUN FOR ALL 2014

Acabo de regresar de Barcelona y, al margen de estar agotada, estoy contentísima de haber asistido al Fun For All 2014. No solo me han fascinado muchos de los temas que se han tratado durante la conferencia, sino que, además, como ocurre siempre en este tipo de acontecimientos, he conocido a gente fascinante y me ha servido para revivir la emoción y los desafíos que supone trabajar en un sector como es la traducción y más concretamente, en la localización de videojuegos. De hecho, me ha dado penilla tener tan solo en estos momentos un contacto indirecto con la profesión gracias a las clases que voy a impartir en el Máster de TraducciónAudiovisual de la UAB en vez del contacto activo y directo que tenía antes cuando dedicaba un 100% de mi jornada laboral a traducir videojuegos o documentación relacionada con los mismos.



En el congreso, me ha impresionado la cantidad de caminos y puertas que se le pueden abrir a un traductor de videojuegos: desde la investigación, los juegos serios, la accesibilidad o el concepto de culturización que expuso Kate, charla a la que, por desgracia, tan solo asistí durante la última media hora porque el día anterior la cena de la conferencia se alargó un poco más de la cuenta. También me encantó la conferencia de Víctor y el lema de “Do not fight, play the game”, ya que me parece que tiene mucha razón cuando afirma que los traductores debemos adaptarnos a los cambios del mercado y a las nuevas tecnologías en vez de asustarnos o temer por nuestro trabajo. Asimismo, quiero destacar la charla de Diego Parra sobre la subtitulación en los videojuegos, ya que me pareció muy interesante y muy útil. Si os soy sincera, salvo igual del controvertido tema de Una y su empresa que emplea a traductores no profesionales para ahorrarse pagar a los que lo somos, disfruté mucho de toda la conferencia.

Me gustaría aprovechar la oportunidad para dar las gracias a Carme Mangiron y a Pilar Orero por organizar cada dos años este acontecimiento. Sin duda es una gran ocasión para que nos conozcamos los del gremio y nos pongamos al día en los temas de actualidad y en las oportunidades que existen en el mundo para nuestra profesión.

Para rematar, conocí a varios de mis futuros alumnos en la asignatura de Traducción de videojuegos del METAV y ya tengo ganas de conocer al resto.

En definitiva, ¡nos vemos dentro de dos años!




sábado, 22 de febrero de 2014

Videojuegos en línea: una nueva unidad del módulo de videojuegos del METAV

Supongo que muchos de vosotros ya lo habréis leído en el blog de Pablo, pero por si alguno aún no se ha enterado, el día 3 de marzo comienza el módulo de localización de videojuegos del Máster Europeo de Traducción audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona, en el que este año hago mis primeros pinitos como profesora de una de sus unidades, la de videojuegos en línea. Tendré el placer de acompañar a Carme Mangiron y a Pablo Muñoz en lo que para mí es una auténtica aventura y de enseñar uno de mis temas favoritos en el mundo de la traducción. Al igual que Pablo, quiero dar las gracias a Carme por brindarme esta oportunidad y quiero aprovechar la ocasión para guiñar un ojo a mis futuros alumnos, que tendrán que tener un poco de paciencia conmigo, ya que va a ser mi primera vez ;)


La unidad de videojuegos en línea tratará, entre otros temas, de los distintos tipos y géneros de videojuegos en línea que existen, de su historia y de cómo los traductores debemos o podemos enfrentarnos a ellos. Creo que es un tema poco abordado hasta el momento a pesar de que hay bastante que decir sobre él, así que espero que a los alumnos les resulte tan interesante como a mí.




En definitiva: ¡todos a estudiar!

jueves, 16 de enero de 2014

Especializaciones

A lo largo de los años en los que llevo ejerciendo como traductora, un debate se ha repetido constantemente: ¿qué es mejor un traductor especializado o un experto que traduce?

Cuando me preguntaban a mí directamente esta pregunta, yo siempre respondía lo mismo: un traductor especializado, ya que los traductores aprendemos técnicas en la carrera que no vienen implícitas en el mero hecho de saber un idioma. Sin embargo, ahora que trabajo en una agencia de traducción cuyo mayor volumen de negocio reside en las traducciones de textos muy técnicos, me he encontrado con una base de datos compuesta, en su mayor parte, por ingenieros, químicos, biólogos y físicos en lugar de traductores. Sinceramente, al principio me llamó mucho la atención, ya que siempre he pensado que la principal fuente de trabajo para los traductores eran las agencias de traducción y si las propias agencias no emplean a traductores, tendríamos un problema grave, pero con el tiempo he entendido el propósito de la misma. Por desgracia, nos guste o no, un cliente de una empresa de ingeniería o de un laboratorio se siente mucho más tranquilo a la hora de ceder sus textos a alguien de su gremio que a alguien que dice conocer su terminología. En el fondo, les pasa como a nosotros, los traductores, que confiamos más en otro traductor que en un experto en una materia que dice saber traducir. Por algún motivo psicológico el hecho de entender lo que la otra persona ha estudiado y sentirnos como iguales nos hace tener más confianza en esa persona. Por ello, no es de extrañar que las agencias que trabajan con textos muy especializados quieran que sus clientes depositen en ellas ese tipo de confianza y, por ello, prefieren contratar a expertos y presentarlos así a sus clientes que contratar a traductores por mucha especialización que tengan.



Sin duda, esto nos sirve para reflexionar a los traductores sobre cómo plantear nuestro trabajo con el fin de que nuestra carrera resulte atractiva y para que el cliente vea una ventaja en contratar a una persona que realmente sabe traducir frente a una persona que lo que sabe es el idioma. Una de las opciones es tener una segunda carrera y especializarte en traducir los textos vinculados con la materia de la misma o realizar cursos de materias concretas que, igual, estén más orientados en convertirte en experto en el área que en traducir textos de esa área. Por otro lado, siempre hay especializaciones que no requieren saber de física, de química o de ingeniería como la literatura, la traducción audiovisual, la localización, etc. y que están muy vinculadas a la carrera del traductor e incluso se pueden estudiar durante la carrera y, por tanto, van a implicar que los clientes busquen a sus expertos entre los traductores.  


De cualquier forma y a modo de conclusión sobre esta reflexión, creo que para bien o para mal, para tener éxito como traductor, hay que especializarse en algún campo concreto e ir evolucionando en ese campo. Tus clientes lo valorarán y aunque no recibas trabajos muy diversos, tendrás la garantía de que los trabajos que realices serán de la más alta calidad.

viernes, 3 de enero de 2014

Las órdenes de compra

Hoy quería hablaros de las famosas órdenes de compra (purchase order, en inglés). La razón por la que me he decantado por tratar este tema es que, a lo largo de este año, he observado que una gran parte de los errores detectados en las traducciones que se reciben en la agencia en la que trabajo y un buen número de malentendidos entre las gestoras y los traductores provienen de no haber leído la orden de compra o de, al menos, no haberla entendido debido a una mala redacción y no haber preguntado.  

La orden de compra funciona como un contrato. En ella, se describen las condiciones del servicio que vas a prestar (tu tarifa, tu plazo) y las instrucciones para llevar a cabo el servicio. Aceptar una orden de compra sin haberla entendido o leído equivale a firmar un contrato sin haber leído tus condiciones. En el momento en el que aceptas la orden de compra, te estás vinculando a ella de la misma forma en la que te vincularías a un contrato laboral. Probablemente, puedas pensar que se trata de una mera formalidad y que en ella tan solo se repiten los datos de un trabajo que ya te han mencionado antes por correo electrónico o por teléfono, pero no es así. En ella, puede que aparezcan especificaciones que no se te hayan mencionado antes y cuya no contemplación suponga que la traducción no se dé por válida.

Asimismo, la orden de compra suele contener datos relevantes en los que debes fijarte: si la tarifa se establece en origen o destino (muy importante si traduces a un idioma romance, ya que suelen ser más extensos que las lenguas germánicas, por ejemplo), el plazo establecido (fecha y hora), si hay entregas parciales, si debes seguir un determinado glosario, si debes entregar los archivos bilingües o limpios, si debes usar una determinada herramienta de traducción asistida, si debes evitar usar ciertas palabras, etc. Por tanto, si no lees estas instrucciones y entregas tu traducción sin tenerlas en cuenta, lo más probable es que el gestor te devuelva la traducción por muy seguro que estés de tu calidad, ya que habrás incumplido los términos del “contrato”. De hecho, debido a este incumplimiento, podrías pasarte semanas haciendo una traducción y que la empresa se negara a pagarte, ya que no has cumplido con lo pactado.

Por ello, aunque esto parezca muy obvio, dado que, en mi experiencia, no lo es tanto, te recomiendo que dediques unos minutos a leerte en profundidad la orden de compra o las instrucciones que te envíe el gestor de proyectos y que no aceptes ciegamente lo que te pongan, sino que preguntes todas las dudas que te surjan antes de aceptar. Además, guarda esta orden de compra o el correo con las instrucciones, ya que puedes estar vinculado a un proyecto durante muchos años. Es decir, te pueden pedir cuentas tras un par de años sobre un proyecto que hiciste en el pasado si contenía datos sensibles y te vendrá bien saber qué te pidieron y hasta qué punto es tu responsabilidad lo que haya pasado con ese proyecto. Para rematar,  confirma siempre la orden de compra por escrito (evita el teléfono), independientemente de la confianza que tengas con los gestores de proyectos. La empresa necesita tener una garantía de que comprendes y aceptas las condiciones y, si no lo haces, puede que reasignen la traducción a otra persona y que tú, mientras, trabajes paralelamente a cambio de nada. Esa garantía es buena para ti y para la agencia porque os vincula de una forma legal y hace que ambas partes estéis seguras de que el trabajo se va a hacer bien y de que se va a remunerar conforme a las condiciones establecidas.

Por supuesto, terminarás trabajando con mucha frecuencia para las mismas agencias y aprenderás su forma de proceder e incluso sabrás de antemano lo que te están pidiendo sin tener que ver a priori la orden de compra, pero nunca des nada por hecho. Hay agencias que no usan el método de las órdenes de compra para establecer un proyecto entre la agencia y el traductor y no tiene nada de malo, pero exige siempre una confirmación por escrito de tus condiciones y de las instrucciones que debes tener en cuenta.


Dicho esto, espero que os sea útil de alguna forma. Os deseo un buen fin de semana y que os traigan muchas cosas los Reyes Magos :)