jueves, 25 de junio de 2015

De bodas internacionales (parte III)

Después de unos meses sin parar, me lanzo a escribir la tercera parte de esta entrada, ya que os tengo un poco descuidados.

La boda que prometí que iba a describir era la de un chico español y una chica italiana en Italia. Puesto que la boda tenía a uno de los cónyuges de España, no me pareció muy diferente a nuestras bodas, pero sí que hay unos cuantos detalles dignos de mención.
Por ejemplo, el cóctel no se abrió hasta que no llegaron los novios y probaron el primer bocado. El cóctel, además, era tipo bufé y me recordaba mucho al típico aperitivo del norte de Italia. En España, a menudo los novios aprovechan el cóctel para hacerse las fotos. En este caso, se las hicieron y luego dieron comienzo al cóctel.

Lo que me llamó la atención de verdad fue la cantidad de comida que nos sirvieron. No faltó ni el risotto ni la pasta y nos sirvieron un montón de platos. Es decir, la comida no se componía de entrantes, pescado y carne, sino de muchos platos diversos como entrantes o primeros y una buena carne.

Me sorprendió que durante la comida hubo una actuación fuera del comedor del grupo del hermano de la novia y los invitados españoles casi ni nos enteramos porque no nos esperábamos que durante el banquete hubiese entretenimiento también al aire libre.

Respecto a los regalos, tampoco vi ninguna diferencia entre lo que nosotros damos y ellos suelen dar.

Lo que sí que he hecho ahora es investigar un poco sobre las costumbres de las bodas italianas puras más tradicionales:

  •     El novio pide permiso al padre de la novia para casarse con su hija.
  •   El novio a continuación le regala el anillo de compromiso a la novia.
  •  Antes de la celebración de la boda, habitualmente en la despedida de soltera, se organiza el ajuar de bodas: recuerdos y ropa que los novios usarán cuando ya se hayan casado.
  •  Se suelen evitar las bodas en Cuaresma y el mes de mayo por ser el mes dedicado a la virgen (las religiosas, claro) e incluso agosto porque dicen que trae mal fario…
  •  A menudo los novios caminan juntos al altar como símbolo de su camino de unión.
  •  El novio debe guardar un pedazo de hierro en su bolsillo para repeler a los espíritus malignos y la novia debe evitar usar joyas de oro hasta que se hayan intercambiado los anillos de boda.
  • Hay que romper un vaso cuando la ceremonia haya culminado y contar los pedazos de vidrio rotos para saber cuántos años la pareja vivirá felizmente casada.



Con esta boda cierro ya casi este tema, aunque aún queda otra boda: ¡la mía la semana que viene! ¡Entre española y neerlandés, pero a lo arandino! Como he tenido mil aventuras al organizarla, os haré un resumen del procedimiento a seguir para casarse en España con una persona extranjera aunque europea.